viernes, 19 de diciembre de 2008

ONU se pronuncia contra la homofobia

Robert Chesal

19-12-2008

A pesar de la oposición de muchos países islámicos y del Vaticano, se logró por primera vez denunciar la homofobia en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Un total de 66 países apoyaron una declaración de Francia y Holanda que exhorta a la anulación de todos los leyes que existen en el mundo contra los homosexuales. En la declaración se insta a los Estados "a tomar todas las medidas necesarias (...) para asegurar que la orientación sexual o identidad de género no sea bajo ninguna circunstancia base para penas criminales, en particular ejecuciones, arrestos o detención".

Boris Dittrich, director del departamento para los derechos de los homosexuales de la organización Human Rights Watch, subraya que incluso muchos países africanos apoyan la declaración:

"Es muy importante porque todos esos países apoyan una declaración que exhorta a los otros países a poner fin a la discriminación de los homosexuales, hombres y mujeres, y de las personas transexuales," explica Dittrich. "Es la primer vez que este tema se habla en la Asamblea General, es un momento histórico".

El ministro holandés de Relaciones Exteriores, Maxime Verhagen, quien había viajado especialmente a Nueva York para la ocasión, habló de un "día muy especial para Naciones Unidas", y añadió que durante demasiado tiempo la ONU había descuidado los derechos de los homosexuales.

Implícitamente, la declaración condena a más de 80 países que tienen leyes represivas contra homosexuales. En siete países la homosexualidad es castigada con la pena capital.

Resistencia de Roma
El documento no es vinculante, pero aún así ha suscitado la furia de países religiosos conservadores. La oposición a la declaración es encabezada por el Vaticano, apoyado por 56 países. Según el arzobispo Migliore, el Vaticano opina que la declaración no tiene sentido, porque crea "nuevas categorías que son protegidas contra la discriminación" y porque conduciría a la discriminación del tradicional matrimonio heterosexual. "Los Estados que no reconocen el matrimonio homosexual estarán bajo presión", según Migliore.

Alianza conservadora
La Organización de Países Islámicos, la mayor organización en el mundo de países musulmanes, no apoyó al Vaticano formalmente. Sin embargo, muchos países miembros se oponen a la declaración.
Dittrich señala que los oponentes se encuentran sobre todo en países estrictamente musulmanes.

Como ejemplos cita a Egipto y Uganda, pero también países como Arabia Saudita. Esos países se oponen a hablar de la posibilidad de poner fin a las violaciones de los derechos humanos, que no se debe encarcelar a los homosexuales, o torturarlos o condenarlos a muerte. Dittrich sostiene que estos países no quieren tratar el tema.

Entre los partidarios de los derechos de los homosexuales, se teme que la declaración una a los oponentes. En 1994, en la Conferencia de la Familia de la ONU, se creó una alianza conservadora entre el Vaticano, los países musulmanes y un gran número de países latinoamericanos, que imposibilitó la aprobación de una propuesta para reconocer el derecho al aborto.

Nuevas esperanzas
La declaración no solamente goza del apoyo de muchos países miembros de la Unión Europea, sino también de algunos países latinoamericanos y cinco países africanos, entre ellos dos de la Organización de Países Islámicos: Gabón y Guinea Bissau. Durante mucho tiempo, África fue un baluarte contra los derechos de los homosexuales. En algunos países siguen rigiendo severas leyes contra los gays. Pero, tanto en África como en América Latina, la situación cambia rápidamente.

Dittrich comenta que países como Argentina, Brasil y Uruguay han adaptado su legislación. "En Argentina hay incluso propuestas para permitir el matrimonio entre dos personas del mismo sexo. En América Latina existe ahora la convicción que los derechos de los homosexuales son derechos humanos, después de todas esas dictaduras militares", concluye el funcionario de Human Righst Watch.

Los activistas pro derechos de los gays esperan que esta declaración sea el primer paso hacia una resolución formal de la ONU. Para ello se necesita una mayoría en la Asamblea General. Dittrich cree que todavía pasarán unos años antes de que se logre ese objetivo.


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