El fin de semana almorcé en la casa de mi hermano en Yerba Buena. Luego del almuerzo tomamos unos tés de menta-peperina en el jardín de su casa.
Hace unos años, decidieron transformar un sector del jardín en una pequeña huerta. Prepararon la tierra y siguieron paso a paso las indicaciones del libro "nuevos cultores de la vida sana" que mi cuñada encontró en una librería. El libro traía semillas.
Luego de muchas peripecias, y muchas celebraciones (con grandes asados para probar la producción de su huerta: una pequeña lechuga, 3 rabanitos, etc); recien este año pudieron ver que una plantita de tomates cherrys tendría una gran producción.
Luego de esperar pacientemente, los resultaron afloraron y tomaron el color correspondiente, un rojo furia....pero la forma no acompañaba la idea de tomate cherry.
Hubo que probarlos y comprobar que efectivamente eran pimientos. Las semillas decían "tomates cherrys" pero el resultado fueron pimientos.
Frente a esta situación, mi hermano me dijo: "Bueno, hay que valorar que salieron y ver que se puede hacer con ellos...".
Mi abuela dejó de tejer y, entre sorbos y sorbos de su té, agregó : "Es así nomás, sólo con los frutos sabés lo que son en realidad las aparentes semillas. Es como las personas, en hechos concretos sabes quienes son, si son personas comprometidas o si son puro bla bla bla. El mundo está repleto de personas que te dicen "sabés que podes contar conmigo, no?" o "contá conmigo" pero cuando las necesitas, cuando llega la hora de hacer realidad las palabras...se esfuman".
Mirando los pimientos que se presentaron como tomates cherrys, me quede pensando en la diferencia entre ser una persona de palabra, que asume el compromiso que toma y ese personaje tan particular que siente goce siendo meramente declamativo.
y ya queda en uno, paralizarse lamentando que no son tomates, o aprovechar para hacer unos ricos pimientos asados con sal, aceite y limón....
"El mas grande placer de la vida es hacer algo que los demás dicen que no se puede hacer". Anónimo
Hace unos años, decidieron transformar un sector del jardín en una pequeña huerta. Prepararon la tierra y siguieron paso a paso las indicaciones del libro "nuevos cultores de la vida sana" que mi cuñada encontró en una librería. El libro traía semillas.
Luego de muchas peripecias, y muchas celebraciones (con grandes asados para probar la producción de su huerta: una pequeña lechuga, 3 rabanitos, etc); recien este año pudieron ver que una plantita de tomates cherrys tendría una gran producción.
Luego de esperar pacientemente, los resultaron afloraron y tomaron el color correspondiente, un rojo furia....pero la forma no acompañaba la idea de tomate cherry.
Hubo que probarlos y comprobar que efectivamente eran pimientos. Las semillas decían "tomates cherrys" pero el resultado fueron pimientos.
Frente a esta situación, mi hermano me dijo: "Bueno, hay que valorar que salieron y ver que se puede hacer con ellos...".
Mi abuela dejó de tejer y, entre sorbos y sorbos de su té, agregó : "Es así nomás, sólo con los frutos sabés lo que son en realidad las aparentes semillas. Es como las personas, en hechos concretos sabes quienes son, si son personas comprometidas o si son puro bla bla bla. El mundo está repleto de personas que te dicen "sabés que podes contar conmigo, no?" o "contá conmigo" pero cuando las necesitas, cuando llega la hora de hacer realidad las palabras...se esfuman".
Mirando los pimientos que se presentaron como tomates cherrys, me quede pensando en la diferencia entre ser una persona de palabra, que asume el compromiso que toma y ese personaje tan particular que siente goce siendo meramente declamativo.
y ya queda en uno, paralizarse lamentando que no son tomates, o aprovechar para hacer unos ricos pimientos asados con sal, aceite y limón....
"El mas grande placer de la vida es hacer algo que los demás dicen que no se puede hacer". Anónimo
1 comentario:
Ey, que buena que está esta historia!que linda...
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