En la habitacion del hostal habia un gran secreto a voces.... el Doctor, un italiano de 50 años quien practicamente vive en el hostal y estará alli hasta fines de junio ... pues, ronca.
Nadie se lo dijo antes, pero todos/as lo comentan al llegar la mañana. Octavio, un malabarista de Canarias, incluso dice que encontró una solución, y es que hace mucho ruido con su cama, entonces el Doctor se despierta y los ronquidos cesan un poco.
Me lo comentaron al momento mismo de ingresar al a habitación, por supuesto luego que el Doctor saliera de ella. El comentario fue casi un susurro.
La primera noche fue fatal. Sus ronquidos eran de una sonoridad increible.
A la mañana siguiente encontré al Doctor en el desayuno y me costo bastante responderle cordialmente a su saludo deseandome un buen día. Después de semejante noche.....
Coincidimos en la mesa todos/as los/as ocupantes de la habitación. Tambien coincidimos en las ganas de desayunar y volver a dormir un poco más. pero recordé una frase que decía mi abuelo "si hay un dinosaurio en la habitación, hay que respetar las normas de educación y presentarlo". Así que tambien pensando que una raya más no le hace nada al tigre, aborde el tema.
Le comenté de manera casual al Doctor que me costó mucho dormir a la noche y que tenía entendido que quien ronca, tampoco descansa. Lo que siguió fue un corto silencio.
El Doctor largó una sonora (muy coherente con los sonidos por lo visto) carcajada y nos dijo a todos/as: Como desde que llegué nadie me dijo nada, pensé que el aire de Barcelona me habia sentado bien, porque por fin habia abandonado los ronquidos".
Si te detienes cada vez que un perro ladra, nunca llegarás al final del camino. Proverbio árabe
Nadie se lo dijo antes, pero todos/as lo comentan al llegar la mañana. Octavio, un malabarista de Canarias, incluso dice que encontró una solución, y es que hace mucho ruido con su cama, entonces el Doctor se despierta y los ronquidos cesan un poco.
Me lo comentaron al momento mismo de ingresar al a habitación, por supuesto luego que el Doctor saliera de ella. El comentario fue casi un susurro.
La primera noche fue fatal. Sus ronquidos eran de una sonoridad increible.
A la mañana siguiente encontré al Doctor en el desayuno y me costo bastante responderle cordialmente a su saludo deseandome un buen día. Después de semejante noche.....
Coincidimos en la mesa todos/as los/as ocupantes de la habitación. Tambien coincidimos en las ganas de desayunar y volver a dormir un poco más. pero recordé una frase que decía mi abuelo "si hay un dinosaurio en la habitación, hay que respetar las normas de educación y presentarlo". Así que tambien pensando que una raya más no le hace nada al tigre, aborde el tema.
Le comenté de manera casual al Doctor que me costó mucho dormir a la noche y que tenía entendido que quien ronca, tampoco descansa. Lo que siguió fue un corto silencio.
El Doctor largó una sonora (muy coherente con los sonidos por lo visto) carcajada y nos dijo a todos/as: Como desde que llegué nadie me dijo nada, pensé que el aire de Barcelona me habia sentado bien, porque por fin habia abandonado los ronquidos".
Si te detienes cada vez que un perro ladra, nunca llegarás al final del camino. Proverbio árabe
No hay comentarios:
Publicar un comentario