miércoles, 31 de marzo de 2010

Jáuregui

Entrevista a José Luis Delfino. Esta entrevista pertenece a una extensa serie de testimonios recogidos por Mabel Bellucci y Martín De Grazia para un libro que están escribiendo sobre la vida de Carlos Jáuregui y fue extraída de "In memoriam: Carlos Jáuregui".

A Contramano

Para la historia del movimiento homosexual en la Argentina, Contramano es algo más que una disco que detenta el record comercial de haber superado las dos décadas de permanencia. De quien era su dueño también puede afirmarse algo análogo: desde la vuelta de la democracia hasta la fecha de su muerte, 7 de septiembre de 2008, José Luis Delfino supo ser algo más que un duradero hombre de negocios de la noche gay porteña. En exclusivo, compartimos una entrevista realizada un mes antes de su muerte por Martín De Grazia*

Alfonsín asumió el 10 de diciembre del 83 y nosotros abrimos el 17 de febrero del 84.

- ¿Qué hacías antes de Contramano?

- Soy contador público. En el momento que abrí el negocio era el subcontador de ATC (N de R: Argentina Televisora Color, hoy canal 7). Yo tenía que viajar mucho, y uno sabía que existían los saunas y estos boliches en Europa y en Estados Unidos. Yo en estos viajes los conocí y se me puso en la cabeza que este tipo de negocio tendría que estar en Buenos Aires, porque Buenos Aires es una ciudad gay. Para mí ya lo era 25 años atrás, por experiencia personal, claro. La gente se socializaba en la calle, nada más. Aunque eran otras épocas: vos hace 25 años conocías a alguien en Constitución, lo llevabas a tu casa, dormía con vos y a la mañana te servía mate. Hoy te acuchillan en cuanto bajas las escaleras de Constitución. Pero, entonces, era así, no había lugares. Había sí algunos que se abrían, se cerraban, o la policía los acosaba y la gente dejaba de ir. Entonces, yo me lo planteé en un primer momento como un negocio. Y la idea era: yo invertía el dinero y un socio trabajaba el local. Yo no tenía mucho dinero, pero estaba en condiciones de invertir en un boliche en ese momento. Estuve dudando, porque era ahorros que tenía, la única plata que tenía: no vengo de familia rica, laburo desde los catorce años. Cuando nosotros abrimos, yo fui a arreglar con la policía, obviamente, porque me correspondía hacerlo...

- Porque de lo contrario el boliche no iba a durar ni dos días.

- La historia es que la policía son varias en Buenos Aires: está el circuito de las comisarías, el de seguridad personal que antes se llamaba Moralidad; después: drogas, menores, etc. Y todos quieren su parte en el juego y en la repartija. Entonces, al asumir Alfonsín, el adalid de los derechos humanos, creíamos que se iban a terminar las razzias, el levantamiento de gente en la calle. Podía uno abrir un boliche gay... Y eso fue toda fantasía mía, porque el esqueleto policial de la dictadura quedó firme, es decir, quedó la misma cúpula. Abrí un viernes, el domingo vino el subcomisario, el lunes arreglo con él, y el miércoles empezaron las razzias de Moralidad. En ese momento abríamos todos los días y se llenaba el local. Y empezaron los problemas. Venía Moralidad y se llevaba gente a diestra y siniestra. Hasta hace poco, yo hacía una estadística de cada día que venían y cuántos se llevaban. A mí me agarraba una indignación muy grande, más allá de que me estaban afectando el negocio, así que decidí acompañar a la gente que se llevaban en cana. Hablaba por teléfono con mi abogado y el tipo iba allá: él me facturaba como un taxímetro. Pero junto con eso empecé a tener una especie de conciencia política que nunca había tenido.

- ¿Antes no había habido activismo de ningún tipo?

- No. Soy de La Plata. Y estudié en la Universidad Mis amistades básicas se hicieron allá Y yo estaba en el closet, como se dice ahora. No divulgaba que era gay, pero en La Plata salía a la noche, tenía mis amigos gays, que la mayoría era toda gente del interior. Lo que pasaba que venían se alquilaban casas y había cinco en una habitación... Después se producía una especie de mutación: se iba y venía un gay. Entonces, había un montón de casas que eran gay. Vos tocabas el timbre: los encontrabas comiendo, durmiendo o cogiendo. La vida fue así mientras que yo estuve allá, cuando vine acá yo seguí siendo contador. Cuando me asocio con un jovencito, yo seguía en ATC . ¿Qué pasaba con este chico? Primero, eligió el personal entre toda gente que no era gay porque le gustaban los chongos. No sabés cómo lo afanaban: no hay placer más grande para un chongo que robarle a un puto. Segundo, si a las dos de la mañana se hacía un levante se iba y dejaba el negocio a merced de esta gente. Entonces, empecé a ir con más frecuencia y terminé quedándome. Renuncié al trabajo y me dediqué al negocio a pleno. En estos interines, se daba que había que defenderse, armar alguna agrupación para hacer frente a esta arbitrariedad. Yo tuve reuniones con los boliches, porque después que abrí, enseguida empezaron a aparecer otros bolichitos. Inclusive algunos que no eran gays, pero que eran frecuentados, como era Viejos Tiempos, que estaba atrás de Obras Sanitarias, sería Ayacucho y Viamonte. Iba la policía y paraba el 60, que pasaba por ahí, y hacía bajar a todos los pasajeros y subía a toda la gente del local. Y al departamento de policía. Entonces, la idea era hacer un frente con los boliches gays, en defensa del derecho de ejercicio de comercio, etc. Todo el mundo se lavó las manos. En una segunda reunión, en la que íbamos a estructurar esto, no fue nadie.

- En su libro, Carlos Jáuregui cuenta que, a raíz de una razzia en un bar llamado Balvanera, ex miembros de una Coordinadora de Grupos Gay convocan a una asamblea en Contramano para tratar el tema. Se forma una agrupación que luche por la defensa de los derechos de los homosexuales

- El acta fundacional de CHA se redactó en Contramano, en la reunión en que se intercambiaron ideas sobre cuál eran las estrategias a seguir: publicar solicitadas, pedir audiencia al Ministerio del Interior... Se discute todo eso y se decide conformar una comisión directiva. La CHA surgió en esa misma reunión como nombre. Yo sugerí Comunidad Homosexual Argentina. Eso se votó y se aprobó. A partir de ahí había gente que tenía militancia, tenía más experiencia que yo. Yo fui el primer tesorero de la CHA y vicetesorero era mi socio. De ahí empezaron a armarse folletos, juntar guita para hacer cosas. Se armó una estructura de grupos que oficiaban individualmente y después mandaban un delegado a una reunión central. Y políticamente me fui formando. Así, lo conocí a Carlos Jáuregui.

- ¿Qué papel jugó Carlos en esta historia de las razzias a los boliches gays?

- En varias oportunidades, Carlos me acompañó al departamento de policía por esta historia de las redadas. Y en una oportunidad, vino la policía y él se puso al frente y dijo que o los llevaban a todos o no llevaban a nadie.

- Te referís a la famosa razzia del 85 en Contramano.

- Sí. Tengo un recuerdo muy vívido de esa redada policial. Fue la actitud de él: de enfrentamiento casi inconsciente, de pararse delante del que estaba haciendo el operativo, que no dio bolilla al principio. Y seguirlo y decirle: ''Ud. no se lleva a nadie de acá''. Y empezó a cantar el himno, y toda la gente lo siguió. Les importó un carajo, porque la redada la hicieron igual. Se llevaron bastante gente.

- ¿Carlos frecuentaba Contramano?

- Él venía casi todas las noches: era habitué. Quizás había una temporada que desaparecía. Pero, en algún momento de la noche él llegaba al boliche. Mi trato pasaba por esto: charlar, me comentaba lo que estaban haciendo. Cuando se partió la CHA, yo me borré porque quería tener buenas relaciones con unos y con otros. No quería ser parte de la interna. Pero seguí estando al lado de ellos de la forma que podía en esos momentos, ayudándolos econonómicamente. Y con Gays DC también colaboré.

- Colaboraste económicamente desde el comienzo


- Para solventar una solicitada o panfletear a veces hacía falta guita. Yo, en la medida que pude, siempre colaboré. Nadie de la CHA estaba cobrando sueldos en aquella época. Se hacían colectas en el local: venían chicos con unas latas de galletitas y la gente ponía plata. Al principio, la Asociación se había planteado como paga una colaboración –de lo cual se hacían responsables los grupos– que era, ponele, dos pesos, nada. Como tesorero, hacía la lista: ''falta esto, tendríamos que haber recaudado tanto, pero no se recaudó nada''.

- ¿Cómo recordás al Carlos de esa época?

- Fundamentalmente, como un ser humano. Yo no mistifico su figura. Nunca quise tampoco transformarme en una viuda de él (porque está lleno de viudas de Carlos). Era un tipo franco, a veces era muy divertido. Era alguien que estaba muy comprometido con la causa; él no tenía problemas en salir a la calle o en los medios. Y además era provocador, porque le preguntaban: ''Usted se considera gay'', y el respondía: ''No, no soy gay, soy puto''. Con lo cual le quitás todos los argumentos despectivos al interlocutor y lo dejás tambaleando. En el primer piso de nuestro negocio hay una foto de él, que es la única que hay de Carlos Jáuregui sin anteojos. Las nuevas generaciones a veces me preguntan ''¿y ése de la fotografía quién es?''. Era Carlos Jáuregui, el fundador de la CHA.

- ¿Qué pensás que quedó de su activismo?

- Que mucha gente del ambiente tomó conciencia de que había que hacerse valer, de que el closet no sirve y que hay que luchar para obtener la igualdad.

- Carlos luchó mucho por la inclusión de la orientación sexual en la ley de antidiscriminación. Luego de muerto se logró ingresar en la nueva legislación de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Disminuyó la represión policial en los boliches gays desde entonces?

- Sí, eso seguro. Por ahí no fue un click de un día para el otro, pero sí como que las cosas fueron aflojando. La gente no tiene tanto miedo.
- José Luis, muchas gracias por este testimonio.

- Espero que te haya servido. Son muchos años...





miércoles, 24 de marzo de 2010

Esto no es Nueva York

Lo que no se ve no existe y lo que no existe no tiene derechos!, así es que hoy nuevamente alzamos nuestra voz y exigimos el derecho a tener derechos" decía una emocionada pero contundente Barby, frente a las autoridades provinciales y nacionales en un acto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.
El solemne acto fue durante la jornada de información sobre la ley 26.485 de protección a la mujer. Alli, Barby se puso de pie e hizo historia al plantear la cuestión trans frente a todas las organizaciones que trabajan género en Tucumán. Hizo historia al dirigirse a las autoridades exigiendoles que diseñen politicas publicas inclusivas, y lo hizo como nunca antes lo había hecho una trans en Tucumán. De igual a igual. Nada de favores.
Las trans en la agenda de los derechos humanos en Tucumán, estuvieron historicamente relegadas a repartir preservativos y folleterias de campañas de vih/sida, relegadas a ser el fondo de las entrevistas cuando alguna personalidad del movimiento LGBT viene de visita, relegadas a ser un etcetera que demuestra que "politicamente correcto" es el discurso local de los derechos humanos.
Relegadas a aparecer en algun fanzine, con carita de misericordia para pedir adhesiones a la Ley de Identidad de Género.
Relegadas a pedir por favor, ... relegadas a no ser vistas, a no existir.

Pero Barby no es así. Acompañada por Sabrina Konz (Observatorio LGBT Tucumán), Claudia Correa (de Crisálida) y Marisol Cantela de una organizacion del interior que trabaja violencia de género; Barby estaba decidida a leer su manifiesto. Y lo hizo.



Barby constituyó junto a otras compañeras trans, el espacio Mariposas Negras, Es un espacio en crecimiento que presenta una agenda de trabajo muy interesante: Salud, educación, trabajo, son algunos de los tópicos en los que este espacio tiene previsto accionar.

Hace un poco más de un año, una seudo periodista publicó una nota con motivo del Dia Internacional de la Lucha contra el Sida. En esa nota (un testimonio ficcional de una persona que vivía con el virus del HIV, que supuestamente le fue transmitido por su pareja bisexual) está periodista fogoneaba la peor estigmatización que sufre la comunidad LGBT. El articulo era tan aberrante que despertó el rechazo hasta de las personas más snob. Frente al cuestionamiento de una de estas personas, ella le respondió impunemente: "Esto no es Nueva York!".

Barby sabe que esto no es New York, pero está dispuesta a dar batalla para que no sea Darfur. Y sabe que esa lucha es posible y sabe que en ella, no está sola.







"Y es entonces cuando descubrí,
que de tanto extrañarte
te había olvidado" - Jarchas de Aissa.

"Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño". Fragmento de "Tengo un sueño" por Martin Luther King, Jr. (Discurso leído en las gradas del Lincoln Memorial durante la histórica Marcha sobre Washington).

viernes, 19 de marzo de 2010

Amanece, que no es poco.



Derecho al matrimonio para parejas del mismo sexo
Por María Rachid
Presidenta de la Federación Argentina LGBT

Exposición del día 18 de Marzo del 2010 en la reunión conjunta de las comisiones de Legislación General y Familia.

Aclaraciones previas

En primer lugar, me gustaría agradecer la presencia de todos los diputados y diputadas. Sabemos que anoche la sesión se prolongó hasta casi las cinco de la mañana, e implica un gran esfuerzo para todos ustedes estar ahora acá, tan temprano. También quiero agradecer la presencia de todos y todas las personas que vinieron a acompañar esta sesión. Quiero agradecerles y volver a pedirles disculpas por solicitarles nuevamente que soporten en silencio las expresiones discriminatorias y violentas que tuvimos que escuchar hoy en esta reunión. De todas formas, como decía hace unos meses, son esas mismas expresiones los mejores argumentos a favor de los proyectos que estamos debatiendo en estas comisiones.

Este año, al iniciarse las sesiones ordinarias, La Federación Argentina LGBT presentó un proyecto de ley de matrimonio para todas y todos con un sentido histórico-testimonial y no porque tengamos diferencias con los proyectos presentados por las diputadas Silvia Augsburger y Vilma Ibarra, proyectos que hemos apoyado y trabajado durante todos estos años. La Federación Argentina, desde su creación exige igualdad jurídica. Para nosotros y nosotras, la igualdad jurídica es innegociable, porque es una herramienta indispensable para seguir trabajando por la igualdad social.

Aportes al debate

En estos días estuvimos pensando qué podríamos decir que no hayan ya escuchado sobre este tema. Qué de lo que podemos decir hoy acá podría ayudar a alguien a tomar la decisión más justa.

Cómo convencerlos y convencerlas, yo, que no tengo –sinceramente- el más profundo deseo de casarme… de lo importante que es el matrimonio para nosotros y nosotras. Pensé en algún momento hablar desde la experiencia. Pero…

Yo no necesito compartir la obra social con mi pareja, porque las dos tenemos trabajo con una muy buena obra social. Muchas parejas no tienen esa suerte.

Si yo muero, y no puedo dejarle una pensión, mi compañera tiene un buen sueldo y va a contar con una buena jubilación. Además, tiene una familia que puede ayudarla si lo necesitara. No todos los varones gays y las mujeres lesbianas tienen esa suerte.

Tampoco tengo mucho que heredarle, y también tengo la suerte de que lo poco que tengo no creo que le interese a mi familia de origen.

No tengo hijos por el momento, por cuyos derechos plantearles algún inconveniente. Tengo la suerte quizás de no tener que preocuparme por no poder compartir mi obra social con mis hijos, o no poder dejarles una pensión o heredarlos.

Si el reclamo por el matrimonio fuera sólo sobre estos derechos, yo sería una persona muy afortunada. Aunque podría aún así plantearles –ya no desde la experiencia- que no es justo que el acceso a estos derechos dependan de la suerte o desgracia de cada ciudadano o ciudadana.

Pero el reclamo por el derecho al matrimonio, el reclamo por ser reconocidos y reconocidas iguales ante la ley no se trata sólo de estos importantísimos derechos que pueden volverse fundamentales en la vida de quienes quizás no sean tan afortunados/as.

Se trata de que el Estado nos considere iguales en derechos, y deje –de una vez por todas- de legitimar la desigualdad social que vivimos lesbianas, gays, bisexuales y trans en nuestras vidas cotidianas.

Porque si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, quizás mi papá, por ejemplo, que hace más de diez años que no me habla, no pensaría que soy tan diferente.

Porque si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, quizás los niños en las escuelas no serían tan violentos con otros niños por considerarlos tan diferentes.

Si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, quizás algunos adolescentes no sean echados de sus casas porque sus familias los consideran tan diferentes.

Si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, quizás algunas personas no serían despedidas en sus trabajos porque sus empleadores los consideran tan diferentes.

Quizás, también, si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, algunas personas no insultarían a otras en la calle por considerarlas tan diferentes.

Porque si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, quizás algunas personas no perderían a sus hijos, a sus padres, o a algún familiar… porque estos los consideran tan diferentes.

Quizás incluso, si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, no habría códigos contravencionales que criminalicen la homosexualidad y el travestismo en siete provincias argentinas, ni policías coimeando, persiguiendo, torturando y a veces asesinando a gays, lesbianas, bisexuales y trans… por considerarnos tan diferentes.

Quizás, incluso, si el Estado dijera que somos iguales ante la ley, el padre de la novia de Natalia Noemí Gaitán no la hubiera asesinado por el sólo hecho de rechazar la idea de que su hija sea, para él, tan diferente.

Si el Estado sigue legitimando la desigualdad jurídica, es imposible terminar con la discriminación y la violencia hacia nuestra comunidad. Si el Estado sigue legitimando esta desigualdad es imposible para nosotros y nosotras soñar con la igualdad social.

Hoy hay quienes en su empeño por evitar nuestro acceso a esta igualdad jurídica que reclamamos, nos ofrecen enlaces o uniones civiles. Los mismos derechos –o casi los mismos en algunos casos- pero con otro nombre. Como en otras épocas, nos ofrecen viajar en los mismos colectivos, pero en el asiento de atrás…

No queremos leyes de apartheid en argentina. No queremos leyes especiales, ni nuevos institutos jurídicos que nos incluyan para excluirnos de otros. Queremos, en definitiva, los mismos derechos, con los mismos nombres. Queremos que el Estado deje de legitimar a través de la desigualdad jurídica, la desigualdad social.

Algunos dirán que estas diferencias son producto de la naturaleza. Sin embargo, nuestros hijos, o quizás nuestros nietos y nietas nos mirarán incrédulos cuando les contemos que hace no mucho tiempo los hombres tenían más derechos que las mujeres, que nosotras no podíamos votar, porque el voto era “naturalmente” un derecho de los hombres, y que las parejas –heterosexuales- eran obligadas a seguir unidas en matrimonio, aún cuando ya no se amaban y no podían ni querían seguir conviviendo.
Con la misma convicción con la que en algún momento asesinaban a un hombre por decir que la tierra era redonda, hoy dicen que somos enfermos. Dicen que no es natural… lo mismo que decían o dicen respecto del casamiento interracial o interreligioso, el voto femenino, las relaciones sexuales fuera del matrimonio, los métodos anticonceptivos o el divorcio.

Hace ya más de cincuenta años que en la Argentina se separó la Iglesia del Estado. Nos parece legítimo que la jerarquía eclesiástica opine respecto del matrimonio católico, pero el matrimonio civil es una institución jurídica de toda la sociedad que no tiene por qué compartir, y de hecho no lo hace, todos los axiomas religiosos que sostiene un culto determinado.

Más allá de que, por supuesto, creemos que la separación de la iglesia del estado infiere que ninguna institución religiosa puede imponer sus creencias al conjunto de la sociedad, y que un estado laico supone un grado de independencia de estas instituciones que convierte en escandalosa la actitud de algunos funcionarios eclesiásticos… quiero dejar bien en claro que es la institución la que se resiste al reconocimiento de nuestros derechos. Así como fue sólo la institución la que se opuso al divorcio y el uso de preservativos, entre otras cosas. No es la gente, no son sus fieles. Más del 70% de los argentinos y argentinas consideran que es el momento para aprobar el matrimonio para las parejas del mismo sexo. Más de un 60% incluso considera que esto sería un importante avance cultural para nuestro país. La mayoría de estos argentinos y argentinas, son católicos/as. Entonces, no es la gente, no son sus fieles los que se oponen a este reconocimiento y, sinceramente, tampoco creo que sea su Dios.
Soy agnóstica. Para mi Dios es tan sólo una posibilidad. Pero estoy segura de que si esa posibilidad fuera “cristiana”, si fuera ese Dios Católico del que me enseñaron tanto en la escuela, hoy ese Dios le diría a sus fieles lo que Pablo le dijo a los Romanos (Capítulo 13, versículo 10): “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor”.

Ya existe el consenso social, incluso la convicción política de la mayoría de los diputados y diputadas. Me preguntaba el año pasado, qué más hace falta para que este congreso sancione al ley de matrimonio para todas y todos.

Y aún creo, como dije en noviembre, que hace falta la valentía de los y las peronistas con Eva Perón cuando se aprobó el derecho al voto de las mujeres, la valentía de los radicales con Raúl Alfonsín cuando se aprobó la ley de divorcio en Argentina, la valentía que tuvieron los socialistas con Zapatero cuando se aprobó el matrimonio y la ley de identidad de género en España… hace falta la valentía de una clase política que tome la decisión de hacer justicia y hacer historia. La valentía suficiente para que Argentina se convierta en el primer país en América Latina en garantizar la igualdad jurídica para lesbianas, gays, bisexuales y trans.

Porque Argentina va a aprobar esta ley. En algún momento lo va a hacer. Sólo podemos elegir si estar entre los primeros, o los últimos países del mundo. Decía Zapatero: “Detrás vendrán otros muchos países impulsados, Señorías, por dos fuerzas imparables: la libertad y la igualdad.”
Pero para ser de los primeros tenemos que ser coherentes con lo que decimos defender en cada campaña política en la que participan para obtener la banca que hoy les permite representar a una sociedad que, en un 70%, quiere reconocer la igualdad jurídica de lesbianas, gays, bisexuales y trans.
Cuando se aprobó el derecho al matrimonio para parejas del mismo sexo en España, Zapatero le decía a los españoles:

“Hoy la sociedad española da una respuesta a personas que durante años han sido humilladas, cuyos derechos han sido ignorados, cuya dignidad ha sido ofendida, su identidad negada y su libertad reprimida. Hoy la sociedad española les devuelve el respeto que merecen, reconoce sus derechos, restaura su dignidad, afirma su identidad y restituye su libertad.”

“Soy consciente”, dijo Zapatero, “de que algunas personas e instituciones están en profundo desacuerdo con este cambio legal. Deseo expresarles que, como otras reformas que la precedieron, esta ley no engendrará ningún mal, que su única consecuencia será el ahorro de sufrimiento inútil de seres humanos. Y una sociedad que ahorra sufrimiento inútil a sus miembros es una sociedad mejor.”

Desde la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans seguimos confiando en el consenso que hoy existe para reconocer nuestros derechos. Sabemos también de la convicción de gran parte de esta cámara. Sólo esperamos contar con esa cuota de valentía que existe en quienes están dispuestos a ser coherentes y defender la justicia y los derechos humanos de todas y todos.


jueves, 18 de marzo de 2010

La cinta de Moebius.

En las Comisiones de Legislación General y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, de la Cámara de Diputados, comenzó el debate de los proyectos 1854-D-2008 y 1737-D-2009 de modificación al Código Civil, para que puedan acceder al matrimonio en iguales condiciones personas de distinto o del mismo sexo. El debate será muy intenso, sectores reaccionarios siguen haciendo lobby para negarnos el pleno disfrute y ejercicio de nuestros derechos, obligaciones y garantías. Año 2010.
Hace 40 años atrás en Tucumán, durante el terrorismo de Estado, una "doble h" marcaba los DNI de las personas LGBT. Escuadrones de "moralidad" recorrían la ciudad buscando gays, bisexuales, lesbianas, o trans, para dejar "las calles limpias".
La nefasta teoria de los 2 demonios, no sólo despojó de su ideologia a las victimas sino que ademas les negó su sexualidad e identidad de género. El informe de la CONADEP, fue inmensamente funcional a las prácticas homo-lesbo-transfóbicas de los sectores reaccionarios. Torturas, asesinatos, desapariciones, violaciones, humillaciones contra gays, lesbianas, bisexuales y trans no son mencionadas.
En el informe "La dictadura militar y la represión dentro la represión ilegal" se relata que en esa epoca, "El secuestro y desaparición de personas frenó las reivindicaciones de toda clase, sobre todo de las feministas y los/as homosexuales, que no sólo eran blanco de los militares en términos de represión política y desaparición física, sino que sufrieron también el embate del discurso religioso y conservador de la Junta a nivel social, que se plasmó en todas las instituciones (escuelas, legislación, iglesia, etc.), y que significó un terrible retroceso en cuanto a la lucha por el reconocimiento de la diversidad sexual, de los derechos sexuales y reproductivos, del derecho al aborto, etc. La sociedad argentina debió marchar al paso de las botas militares, que querían mujeres amas de casa, madres y sobre todo sometidas. Los hombres debían ser machos heterosexuales. Las lesbianas en este esquema no existían. Las travestis tampoco.
En la oscuridad, mientras tanto, las mujeres y las/os militantes homosexuales sufrían el ensañamiento de la tortura sobre sus cuerpos focalizada en su sexualidad y genitalidad. El trato que recibieron las personas homosexuales –se calcula que hay alrededor de 400 desaparecidas/os-, fue especialmente sádico y violento, y las mujeres eran sometidas a violaciones y humillaciones sexuales sistemáticas.
El golpe de Estado fue una alianza de sectores reaccionarios en lo social con sectores liberales en lo económico. En los siete años que duró la dictadura, todos estos movimientos fueron fuertemente golpeados hasta ser casi aniquilados. Las/os principales referentes del FLH tuvieron que partir al exilio. Tal fue el caso de Néstor Perlongher (exiliado en Brasil) o Blas Matamoro y Héctor Anabitarte (exiliados en España)".

En Tucumán también pasaron cosas...

El Observatorio LGBT Tucumán, comenzó la ardua tarea de recopilar testimonios de personas gays, lesbianas, trans, bisexuales, que sobrevivieron a esos años. La idea es armar un documental que dé testimonio del accionar conjunto del terrorismo de Estado y algunos sectores de la sociedad, contra los derechos de las personas LGBT. Un avance podrá ser visto este martes 23 de marzo en El Arbol de Galeano (Rivadavia 435) y en Rayuela (Chacabuco 540), en el marco de la "Vigilia Cultural".
Pasado y presente, construyendo un mejor futuro. El perenne deseo que el "Nunca Más" sea una cinta de Moebius.







"Perlongher no habla de Videla, ni de Massera. Habla de la cotidianidad, y en esa cotidianidad hay cadáveres. No delata a un gobierno en particular, sino a una sociedad". - María Inés Aldaburu, en referencia a "Cadáveres", un trabajo basado en poemas de Néstor Perlongher.


"El peor analfabeto, es el analfabeto político. Él no ve, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. Él no sabe que el costo de la vida, el precio del pescado, de la harina, del alquiler, del calzado o del remedio dependen de las decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece e hincha el pecho diciendo que odia la política. No sabe el muy imbécil, que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de los bandidos que es el político corrupto y el lacayo de las empresas nacionales y multinacionales” . BERTOLT BRECHT

viernes, 12 de marzo de 2010

buena pregunta, no lo sé.

Belén leía en voz alta "Las Mil y Una Noches" para Mauricio... y como Belen vive en Yerba Buena y Mauricio vive en el otro extremo de Tucumán, las lecturas se hacia por telefono. Así comenzó todo.
Belen pensó que era una buena idea para plasmarla en una actividad. El año pasado nos conocimos y me comentó la idea. Le ofrecí Crisálida y la perseguí hasta que lo plasmó en un proyecto escrito, impreso y que llevará su nombre. Pasaron meses de organización de la actividad/proyecto/bibliografía.
Hoy la "Biblioteca Parlante" es un hecho... pero ayer fue la primera actividad.
Este cortito video captura toda la magia de ese encuentro.



Gustavo Caro lee un fragmento de "Cátedral", podes escuchar todo el cuento completo en este enlace http://crisalida.org.ar/2010/03/12/catedral/






"Si todos tirásemos en la misma dirección, el mundo volcaría". - (Proverbio judío)

martes, 9 de marzo de 2010

Guido & Michael

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Argentina organizó una exhibición multimedia de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia, de Alemania. La muestra fue abierta por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, junto con el ministro de Ciencia, Lino Barañao, y el canciller alemán, Guido Westerwelle.
El Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle ha sido el primer político de primera fila de Alemania que ha declarado ser gay y está en pareja con Michael Mronz. Ambos se presentan como una pareja gay y liberal.

Guido Westerwelle y Michael Mronz (foto) se conocieron en agosto de 2003, en un encuentro de empresarios en Colonia. En 2004, durante el 50 cumpleaños de Merke, Guido Westerwelle se hizo acompañar de su compañero y dio a conocer su relación. El outing fue acompañado por la frase lapidaria de él: “Nunca he escondido mi vida, simplemente la he vivido”.
Cuando le preguntan a Guido Westerwelle qué es lo que le proporciona Michael Mronz, este responde: "En los momentos duros, Michael me brinda dosis de optimismo".
Esta pareja poderosa, amante de la música clásica -Beethoven y Häendel, entre otros- viven sus mejores momentos.
Las cancillerías extranjeras y los jefes de Estado tendrán que acostumbrarse a recibir al Ministro de Asuntos Exteriores alemán junto a su pareja. Supongo que también el Papa tendrán que recibirlos en alguna ocasión como en algún acontecimiento de gala...
Guido y Michael son una prueba que se puede hacer politica, ser LGBT y ser visibles.
Carlos Jáuregui decía en una entrevista a la revistas Caras y Nx: "Ser homosexual no debería ser un dato relevante. Si se convierte en un hecho notable es a causa de la discriminación que ser gay supone".






"A medida que fue pasando el tiempo, al ir observando mi vida y la de mis amigos, me fui dando cuenta de un hecho: que una persona, sea o no gay, debería ser un dato sin importancia. ¿Qué heterosexual va por la vida contando sus intimidades sexuales? ¿A quién le importan? Si el hecho de ser homosexual afecta a quienes lo son es a causa de la falta de derechos, de la discriminación y la marginación a la que somos expuestos injustamente. De todas las discriminaciones, la que a mí me ha tocado padecer en forma particular es el desamparo legal". - Carlos Jáuregui.

Duriiiiiiiisiimo!