Bajo una hermosa lluvia de mayo, recorrí Pontevedra en la mañana y al atardecer me deleite con un partido de tennis entre Xan y Jorge. Y fui el juez del partido (WTF!!!!).
Esto de impartir justicia cuando las lineas blancas de la cancha no son muy visibles, despertaron mi admiración por quienes laburan realmente de eso.
La reunion de hoy a la tarde me abrio un panorama impensado. Y empiezo a creer en otras cosas que antes ni siquiera se me ocurría hacerlo.
Me alegró mucho ver que muchas ideas mías están ejecutandose y salen bien. Ese es el fin último y principal. Para eso fueron concebidas.
Si murmurar la verdad aun puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes. Jacinto Benavente
No hay comentarios:
Publicar un comentario